viernes, 9 de octubre de 2015

Reflejo

Revuelvo un cajón viejo. 
Hay cartas y un millón de letras. 
Un día me gustaría agarrar un libro y, cómo un rompecabezas, desarmarlo y volverlo a armar para que exprese cosas totalmente distintas. 
Lo mismo con tus mil palabras plasmadas por todo mi universo, que a vos tanto te gustan y a mí tanto me enojan. 
A vos te gustan para mí, y a mí no me gustan para mí. 
Siempre para "mí". 
Siempre yo. 
La cuestión siempre soy yo entre nosotros dos. 
A veces dudo que seamos dos, capaz somos la simple transformación de un sólo ser. Tal vez yo sea vos dentro de un tiempo, y vos fuiste yo en algún otro tiempo. Y tal vez nos hayamos encontrado para Re-conocernos el alma. 
Quizá somos dos espejos enfrentados.