Revuelvo un cajón viejo.
Hay cartas y un millón de letras.
Un día me gustaría agarrar un libro y, cómo un rompecabezas, desarmarlo y volverlo a armar para que exprese cosas totalmente distintas.
Lo mismo con tus mil palabras plasmadas por todo mi universo, que a vos tanto te gustan y a mí tanto me enojan.
A vos te gustan para mí, y a mí no me gustan para mí.
Siempre para "mí".
Siempre yo.
La cuestión siempre soy yo entre nosotros dos.
A veces dudo que seamos dos, capaz somos la simple transformación de un sólo ser. Tal vez yo sea vos dentro de un tiempo, y vos fuiste yo en algún otro tiempo. Y tal vez nos hayamos encontrado para Re-conocernos el alma.