martes, 30 de septiembre de 2014

Libros

Últimamente, después de una pausa, volví a refugiarme en los libros. Es algo que me fascina, pero estoy segura que los genes tienen algo qué ver.

Mi abuelo, más que un ser humano, era una especie de biblioteca viviente. Murió cuándo yo tenía once o doce años. Era una etapa en la que disfrutaba de la lectura, pero más a modo de juego. Él siempre me traía todo tipo de libros, desde chiquita, mi biblioteca era un eterno sinfín de cuentos coloridos e interactivos con botones qué al apretarlos hacían sonido.
A mi me encantaba verlo llegar con sus bolsas, y después de un buen abrazo y un "cachiruloooo" qué le gritaba, me las daba, las abria con alegría y sumaba más colores a mi colección. Siempre nos traía a mi y a mi primo. Lo disfrutabamos mucho.
La última colección que me regaló, fué la de Gaturro, a mi me gustaba, y cuándo le conté, al otro día se apareció con el uno, el dos y el tres. Me acuerdo que me senté en su sillón y al hilo me leí todos, sin pausa. El me observaba feliz.
Una semana después me trajo el resto, del cuatro al nueve. (La colección se completaba en el diez), pero con tono triste me dijo que no lo había podido conseguir, le dije que no se preocupara, que ya iba a haber tiempo para que lo consiga, pero no fué así. Semanas después él murió, y con él se fueron las más lindas historias y el inconcluso último libro que no pudo encontrar. Pero fué feliz ver que mi abuela, un tiempo después, me dio la plata para que pueda comprarmelo, fué la más linda forma de coronar ese hermoso tesoro.

Hoy, siete años después, o mejor dicho, hace tres años qué mi relación con los libros cambió y llegaron a mi de una forma muy distinta a aquella del pasado. Aunque había sido lógico que me encantara más con las imágenes qué con las palabras, hoy, todo lo que me dicen aquellas anécdotas encuadernadas que elijo, llenan mi alma de historias y me completan los dias sin lugar a dudas.
Puedo sentir cómo cada frase entra en mi mente para quedarse y para poder procesarla después.
Amo esconderme tras un libro y pasar horas metida en cada historia y en cada personaje, con los cuales, con muchos de ellos me encariño y los adopto cómo bellos recuerdos propios y hermosos.

En cada palabra y en cada enseñanza de aquellas páginas, se crea una extensión de mi alma.
El placer que me genera el título, el que me invita a abrirlo y a empezar a explorar nuevas experiencias las cuales desconozco, pero qué en cuestión de un par de hojas, iban a transformarse en parte de mí.
El placer de conocer las distintas formas de contar cada historia.
El placer de ir conociendo a cada autor cómo si fuesemos dos amigos contandonos anécdotas de la vida.
Y el mayor de mis placeres, el sentir un escalofrío que me recorre todo el cuerpo, cada vez que Leo aquella última palabra que da el final a tantos hechos maravillosos. Esa es una sensación indescriptible qué experimentarla me llena de alegría.
Quizá no todos comprendan la pasión en cada una de estás lineas, pero es de lo más lindo, vivir miles de cosas y miles de sucesos distintos, que tal vez, en nuestra vida jamás podríamos vivir.

Hoy elijo y encuentro la felicidad en estás pequeñas cosas, que para mí son gigantes.
Cómo ir a una librería y sumergirme en ese laberinto hermoso e infinito lleno de posibilidades. 
Cómo seguir las recomendaciones de la gente que quiero y qué me contagia a cada segundo diferentes opciones para explorar.

Todo ésto pertenece a mi gran universo, el qué me hace sonreír, el que me llena. Y afirmo que encuentro tan placentero un libro, cómo quién encuentra placentero un boliche.

Sospecho que ésto nació conmigo.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Silencio

El silencio me enseñó a escuchar aquellas cosas que no necesitaban de Ningún tipo de palabras ruidosas.
Aprendí que no era necesario decir nada, si en medio de un calmo silencio, nos abrazabamos fuerte, y el corazón se encargaba de decir todo en cada fuerte latido.
Me enseñó a mirar a los ojos, a detectar cada grito desesperado que se percibe en las pupilas.
El silencio era un eterno paraíso de sentidos encontrados.
En las oscuras noches, dónde uno se encuentra con uno mismo y se empieza a preguntar cosas, vamos creando un pequeño mundo sin ruidos en nuestro interior. Sea de recuerdos, de sueños, de preocupaciones, Sea de lo que sea, en la infinidad de aquel silencio, todo sonido se crea desde adentro.
¿O nunca les pasó de sentir ese cansancio de que estuvimos hablando todo el día, y cuándo nos ponemos a pensar, esa sensación sólo nació de las conversaciones qué tuvimos con nosotros mismos? Y eso pasa sin ni siquiera balbucear una palabra a otro ser, sino a nuestro ser.
Una cación, un deseo, un sueño, un cuento, todo nace de un mismo lugar, de la misma silenciosa melodía interna, y poco a poco, cuándo deseamos que todo eso nazca, nuestro interior hace repercusión lentamente en nuestra voz, creando aquello que llamamos "Palabras".

domingo, 28 de septiembre de 2014

Creer es crear

Agradezco el simple hecho de ser, de existir. Eso que nadie ve, pero qué es tan primordial. Es la base para qué, después de un milagro universal, seamos. Ante todo y por encima de todo, seamos. Seamos todo aquello capaces de crear, pero principalmente, capaces de creer. Porque sin creer, ¿Cómo podría crearse algo?.
Cuándo esa pregunta me la respondió mi mente y se hizo parte de mi ser, ahí, en ese instante creí, y fui yo misma la qué pude crear nuestro encuentro en en mundo, la que unió la fe con la creación. Pero claro qué no lo hice sola, también éste pensamiento acaricio tu mente, y en ese momento,  nuestras energías se encontraron iguales. Nos unieron, sin importar las millones de almas que rondan el mundo, ni los mil idiomas qué nos diferencian, ni los infinitos países que nos separan.
Sólo creímos que podíamos, y simplemente, esa energía que nos unió, nos creó.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Tiempo

Pude comprender que hay poderes más fuertes que cualquier decisión.
Me di cuenta que lo único real es el tiempo, que no pasará nada de lo que esté en nuestra mente sin qué el tiempo diga cuándo debe ser. Que aunque parezca eterna la espera, siempre, en algún momento, el suceso existe.
Que si perduramos y lo enfrentamos con paciencia, nos recompensa con rapidez.
Va en contra de todo, pisando todo plan, intentando destruir toda ilusión.
Hay que comprender que jamás vamos a ganarle al tiempo, que quizá sea una de las fuerzas más poderosas después del amor, de esas fuerzas que nada ni nadie  puede atrasar o adelantar, la que siempre va a enojarnos o a darnos satisfacciones, si es que somos pacientes con el corazón.
Podemos correr para llegar a un lugar antes de que sea tarde, pero no intentes apaurarte si el tiempo instala trabas para no poder llegar. Nadie, nunca va a poder correrlo, si no, que aquella fuerza, siempre nos correra a nosotros, siempre queriendo ganarnos.
La clave está en no seguir intentando desafiarlo, siempre terminariamos perdiendo.
Intentar comprender que todo ocurrirá en el momento justo, ni más ni menos, siempre en la exactitud.
Dejar que todo fluya, y entender, que si no llegó aún, es porque no está lo suficientemente preparado para suceder.
Todos nuestros sueños, anhelos y deseos, una vez que los instalamos en nuestra mente, automáticamente quedan escritos en la línea del tiempo. Queda en nosotros esperarlos o no.

Sólo sé que hoy, falta mucho menos que ayer.

martes, 23 de septiembre de 2014

Real

Te sentí en un instante que se convirtió lentamente en eterno.
Te siento entre éste cielo gris, acariciando mi mente en cada pensamiento.
Pueden decirme que no estás, pueden decirme que no te crea más, pero nadie podrá detener lo que siente mi alma por tu alma.
Cada minuto es paz, si te veo en mi sueño.
Te abrazo y te guardo para siempre.
No creí que nadie despertara nunca en mí tantas sensaciones, y resultó que sí, que hasta en la ausencia moves mis razones.
Te extraño los ojos, te extraño el corazón, te siento mucho.
Lastis a mi lado, latis en mi mente, y en cada latido me haces más creyente.
Gracias te digo, por haber escuchado a mi destino, por haber aparecido cuándo le pedí a la luna que me traiga lo más lindo.
En mi magia, en mi mundo, por y para siempre, sos vos, a través de todo. 

lunes, 22 de septiembre de 2014

Vida

Las hojas bailaban al son de aquel viento. Se podía sentir la fragancia que expulsaba cada rama de cada árbol. Aparte del aroma, todo era alegría, alegría de la pura, de la que trae el Sol. Los colores cambian frente a cualquier mirada fija, el que realmente lo aprecia sabe muy bien de esa sensación. Me inspira el hecho de levantar la cabeza, abrir bien los ojos y contemplar el inmenso cielo celeste qué me regala éste día. Todo se ve tan eterno e infinito con la mirada suspendida ahí arriba...
Puedo sentir cómo al cerrar los ojos, todo el color pastel cabe en mi ser sin pedir permiso. Respiro hondo, siento la vida misma, la real y verdadera vida, bien pura, bien mía.
Quisiera poder contagiar éste estado a muchas personas. En realidad, aparte de qué me gusta contar en palabras lo que pasa por mi alma, también lo hago con el fin de despertar curiosidades en los corazones. No me extrañaria, y me pondría muy contenta saber que alguien se detuvo a contemplar la maravillosa vida y la imponente naturaleza después de leer ésto.
Son pequeñas gigantes cosas que se nos regalan absolutamente, qué no existen para desperdiciar, sino para sentirse vivo.
Las cosas más infinitas del universo, las más hermosas, viven al alcance de nuestras manos, justo aquí y ahora, levantando la cabeza o respirando con los ojos cerrados.

viernes, 19 de septiembre de 2014

El más allá, en el más acá

La niña permanecía en aquella incertidumbre eterna. Soñaba mientras el viento le arrancaba la piel de a poquito, cada gramo de ilusión. Con sus ojos cerrados se la veía infinitente hermosa, delicada y frágil. Ella soñaba.
Su melodía sutil y pequeña resonaba en el hombre qué robaba todas las noches todos sus sueños.
Él había podido extraerle la esencia que la hacía tan especial. Sucedió en un despistado abrir de ojos de ella. Él logro meterse por aquellos color miel y así contraer la magia de la niña.
Todo tesoro pertenecía al hombrecito ahora.
Ella no despertaba, se movía inquieta, parecía irreconocible a simple vista. Le dolía el cuerpo y el vacío que la recorria era cómo la inmensa oscuridad de la noche sin luna.
Luchaba por poder abrir de nuevo sus ojos, pero le costaba y sentía una gran presión que no le permitía ni ver un destello de luz.
Mientras, él brillaba y dejaba paz por dónde caminaba, irradiaba esa esencia dulce y mágica en cada paso, y en cada pensamiento, llamaba a la niña a la cuál tanto necesitaba en silencio.
Ella despertó luego de varios intentos, su cara pálida y su cuerpo débil hacían qué su caminar sea lento.
Comenzó a oler un perfume muy conocido, qué le devolvía un poco de ganas de seguir.
Confió en su intuición, aquella niñita, y caminó por el camino que le trazaba aquel olor tan especial y particular, que la mantenía viva.
Fueron días, dónde se arrastro por los abismos sin encontrar salida, hasta qué un empujón del tiempo La hizo detenerse en un punto luminoso dónde todo era inmensidad, brillo y aromas.
Se habían encontrado.
Una noche, él se quedó dormido profundamente durante dos días, dónde se encontró con ésta muchachita en su antigua vida, que le pedía que la salve cómo sea, pero qué la salve. Después de tal mensaje, despertó y supo qué era ella, la qué tanto necesitaba y amaba. No encontraba el por qué, pero no podía vivir sin su presencia. Claro, todo ésto venía de sus antepasados hermosos. Cuándo al fin la vio, le devolvió su esencia, ella suavemente volvió a sonreír y a sentir su naturaleza plena y fresca.
Se reconocieron.
Todo aquello que sucedía en ese momento, era todo eso que había sucedido vidas atrás.
El destino amó tanto el  vínculo de éstos seres, qué volvió a repetirlo sin temor, poniendolo cómo ejemplo de qué el amor permanece escrito para siempre en los planos del tiempo.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Héroe

Héroe de mi universo, a vos te escribo siempre qué escribo para alguien.
Me basta con qué me mires para inundar mi alma de ilusión. Tus palabras lanzadas al viento me atraviesan cómo los rayos del sol a las capas de la tierra. Son caricias hermosas, realmente.
Soles sacarme sonrisas a cada instante, en cada latido, en cada sonido, y aunque te parezca absurdo, puedo afirmar que sos lo más lindo del amor en su máxima expresión.
Sos canción cuándo lo necesito, y escucho tu dulce voz susurrandome la más hermosa melodía.
Qué poco es si te digo "Gracias", que vacío queda en mi ser y qué eterno es lo que te debo.
Aún no logre encontrar palabras para describirte, y sé que eso es maravilloso, porque todo pasa por mi alma entera, la que crea sensaciones qué jamás podrían ser una palabra de esas que se esfuman en el tiempo. Trasciende toda explicación y toda frase, que resultarían paganas ante tan gigante sentir.
Quiero que sepas, además de todo, que éste conjunto de letras es sólo un boceto en acuarela comparado con lo qué creaste en mi ser.
Hiciste inamovible toda sensación, cada gramo de amor qué sembraste, que crece infinitamente en mi alma.
"Gracias por SER"
Para siempre.


domingo, 14 de septiembre de 2014

Para vos, siempre

Crear el instante perfecto es creerlo, es afirmarlo, es contemplarlo, es verlo en tu propia mente.
Llevalo con vos, miralo una y otra vez cómo si estuvieras viendo tu película favorita, tu foto más preciada, o tu momento más hermoso, (qué es ese), Memorizalo, vivilo, disfrutalo. Qué hermoso se ve.
Es irreal ahora, pero está pasando.
Me veo viviendo eso que siempre creí inalcanzable. Es mi propio paraíso, el que construyo aquí y ahora, en éste momento, para calcarlo en el instante en qué tiene que ser.
Soy paciente. Soy tiempo perfecto. Sé que el momento siempre está más cerca y nunca más lejos de lo que está.
Me gusta llevar ésta historia al más allá, me gusta escribirla en éste preciso momento, en el qué no estoy en aquel punto del tiempo, pero si mentalmente.
Viajo hacía allá en todo minuto, miro el paisaje y me enamoro de cada color y cada forma.
Hay horas grises cómo el adoquín o cómo la tinta de ésta lapicera. Hay horas rojas cómo la luna eclipsada, en las qué sonrío y veo el destino más cerca.
Hay segundos azules, cómo el océano, frío cómo tal, en el que quisiera no haberme sumergido nunca.
Y están los instantes del color de sus ojos, esos son los más maravillosos e increíbles, son los que me siento más cerca que cualquier cosa, más allá que nunca, más a su lado cómo todavía nunca estuve.
Éste preciso segundo pertenece al color de sus ojos.
Se ve la luna por mi ventana, suele ser la celestial, la mensajera. Te siento, la miro, y te veo. Siempre tan brillante y enérgico, tan distante y tan cerca.
Te quiero cómo a la vida. Lo sabés. De una palabra, llega éste texto a la cabeza cómo una voz que intenta mostrarme el camino.
Qué la escuches, que el cielo te grite mase fuerte mis versos.
El punto de encuentro existe en el tiempo.
No es cuestión más que de tiempo.
Para vos, siempre.

Viaje

Siempre buscando un camino dónde desembosque en vos, esperando un aire que me empuje en la dirección en la qué nuestra sintonía sea igual y nos haga vibrar al unísono.
Atravieso relámpagos que me dicen que no, saliendo ilesa de esas tormentas qué intentan lastimarme, y tratando de enderezar el sendero para seguir caminando.
Camino por el cielo estrellado, piso una estrella y le ruego por tus ojos, sigo caminando, y en cada paso lento te encuentro en todos mis pensamientos susurrandome que no me rinda.
Aunque existan seres que quieran enterrar mis sueños bajo los mares, me mantengo flotando en una atmósfera suave y segura, esa que vos aquella vez me enseñaste a crear.
Me tapo los oídos y persigo el deseo, aprendiendo a saltar sin lastimarme, aprendiendo a no escuchar para salvarme de los males.
Por momentos miro los relojes y es un poco tarde, pero creo en el tiempo perfecto, en el destino escrito y en tus empujones que me van acercando todos los días a vos.
Éste es el viaje de toda mi vida, el viaje que me conduce a un único ser capaz de contagiarme alegría.
Éste es mi viaje hacia vos.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Son

Son un conjunto de:

Abrazos suspendidos en algún lugar del tiempo, con perfume y sonrisa, qué quedaron en espera de algo más.
Miradas con olor a mañanas felices, y con color a un futuro hermoso.
Besos qué se desvanecieron en el cielo, convirtiéndose en moléculas preciosas girando por el abismo.
Caricias suaves qué se quedaron en sus pieles.
Palabras que siguen flotando en el viento resonando una y otra vez en sus almas.
Promesas que siguen prometiendo cumplirse con el corazón.
Sueños que todavía quieren compartirse y regalarse.
Deseos que no fueron cumplidos, qué hoy son el eterno milagro que anhelan.
Sonrisas que se regalan, que se dibujan en la luna cada noche.
Cartas que gritan frases para al fin construír su mundo.
Un par de almas con ganas de SER.

Voy

Voy a deshacer el tiempo y quemar los días, voy a matar cada límite y traspasar la vida.
Voy a ser revolución, y voy a destrozar lo qué no nos permita ser canción.
Voy a creer para crear, y voy romper todos los muros que nos puedan limitar.
Voy a soñar con el corazón, qué es lo único qué suena sin limitación.
Voy a transformar los días en arte, y no voy a dejar qué nadie logre callarte.
Voy a ser universal para siempre, desgastando los límites qué nos pone la gente.
Voy a salvar el mundo con mi suerte,
y voy a soñar qué mi mente se transmuta con tu mente. 

jueves, 11 de septiembre de 2014

Dos

Volabamos sobre un abismo lejano, nos gustaba su comodidad, el dejar que todo sucediera porque sí. Nada se movía en fín...
Eso que nos mantenía cómodos comenzó a inquietarnos.
Uno empezó a moverse, creando causas de amor por el viento.
El otro respondió el efecto al unísono, trazando un camino perfecto.
Se encontraron en la cercanía, dónde miles de moléculas y átomos idénticos se conectaron en aquel lugar, dónde debían y querían ser eternos para siempre.
Comprendieron que en aquellos tiempos pasados de comodidad, el milagro no iba a suceder mientras permanecieran igual, que el milagro sucedería únicamente cuándo tomen la decisión de mover el mundo juntos, de perforar la atmósfera y romper todo esquema del tiempo. Ahí, en ese instante, el milagro sucedería para dos.

Vínculos

Me apasiona pensar en los vínculos qué generamos.
Mi vínculo con la vida
Mi vínculo con la naturaleza
Mi vínculo con el cielo
Mi vínculo con las entrellas
Mi vínculo con la luna
Mi vínculo con lo infinito
Mi vínculo con lo eterno
Mi vínculo con el amor
Mi vínculo con él
Y el más importante, más interno, más expansivo y más íntimo, mi vínculo conmigo... El poder hablarme y escucharme, el poder construir en mí lo que quiero para mi vida, lo que quiero creer, lo que quiero crear, lo que quiero pensar.
Es un vínculo qué es un poco difícil de definir, de contar, es lo más íntimo y tuyo que podés poseer. 
Sería todo muy distinto si de todas las almas naciera la necesidad de crearse una propia relación. Seriamos todos alegría, sería una verdadera revolución.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Un día igual

Es miércoles y estoy sentada en la vereda, esa vereda de siempre, la qué me invita a pensar y a crear todo aquello qué vivía en mi mente. El sol está fuerte y traspasa mi ropa, creo que si me miraría las piernas estarían rojas, realmente se siente.
Está todo calmo, veo los autos pasar, las personas pasar, los conocidos que rondan y saludan con un cálido beso. Se está acercando la primavera, y cuándo se está acercando siempre los humores cotidianos son más amables que en el invierno.
Suspiré, observaba todas las almas que flotaban por ahí, una loca haciendo fuck you caminando por la calle. La vecina que saluda mil veces por día y el vecino que vive en su mambo, y la moto de David que la sube a 150 km por hora.
Todo pasaba en éste instante, éste que no volverá jamás, y aunque eran cosas que tal vez pasaban todos los días, nunca eran iguales , siempre algún detalle marcaba la diferencia y cada instante se convertia en único.
Me da intriga pensar en todo aquello que pasa dentro de cada alma qué se me acerca, y que esconden todo aquello en un "Hola, cómo estás?" "Bien, vos?" bien. Y ahí termina, y ahí se escupe la más grande mentira del universo. Claro, nadie se detendría a contar que está mal, eso traería horas de explicación, y un "todo bien" se expresaba en un microsegundo y se esfuma por el aire al momento.
Pasaba todo acá, mis pensamientos mientras todos hablan encima dé, y no se cuentan lo que pasa en el corazón.
Sigo acá sentada, el sol sigue, pero me acostumbre a su Calor.
Todo ésto es lo que pasa en mi interior, mientras sigo el juego de todos, mientras respondo "Todo bien" a cualquier pregunta, y mientras no cuento ésto que pasa en mi interior, porque nadie se detendria a escucharme con atención, por eso mismo lo cuento acá, dónde no existen las preguntas ni las respuestas, dónde me siento realmente libre y dónde el qué esté leyendo ésto, es el que realmente está dispuesto a escucharme.

martes, 9 de septiembre de 2014

Encontrarse

Esa noche me rondaba una sensación rara por la cabeza, sentía el corazón que latía más rápido qué lo normal, mi piel sudada y mis manos transpiradas. ¿Que estaba pasando en mí?.
Intenté calmarme, centrarme en mis pensamientos y respire fuerte hasta que acomode el ritmo del corazón, pero todavía no sabía que pasaba en mí.
Eran las once de la noche,  los minutos pasaban lento, creando una atmósfera más pesada de lo qué ya era,  se creaba un ambiente cada vez más oscuro, más denso y mi cuerpo se transformaba.
No escuchaba ruidos, ni voces, ni pasos, sólo una fuerte voz interior qué me contaba historias qué yo no conocía. Todo se creaba ahí, en ese pequeño hueco de la cama, con una almohada de testigo, que escuchaba cómo yo respiraba miedo, incertidumbre, frío.
Volví a mirar el reloj, habían pasado 10 minutos, desde que lo había visto por última vez, sude más, mi ritmo cardíaco era infinito, no comprendía. Mi mente era un sinfín de nada, una historia eterna de no sé qué.
Cerre los ojos, mientras mi cuerpo no paraba de temblar, me propuse no abrirlos hasta lograr dormirme.
Era de noche, un bosque oscuro, una carpa y un lago. Ahí me encontraba en paz, todo parecía raro, fuera de lo normal. Me acerque a la carpa y abrí el cierre lentamente para observar su interior. Había un cuchillo, un sombrero y un cuaderno, agarre el cuaderno, lo Abri y empecé a leer: ..."Querida, éstas en tu sueño, en tu infinito sueño, soy yo, la vida después de la vida. Estás en esté bosque oscuro, , pero es oscuro porque no amanecio. Aquí hay unos colores hermosos, aquí está la verdadera paz, esa paz que la noche anterior no podías encontrar. La encontraste, aunque no lo creas éste es tu lugar. Vas a poder entrar cuándo quieras y salir cuándo quieras, no te asustes, sólo te cuento que acá no existen los límites, no existen los "No se puede" y todo es libre, para que seas vos plenamente.
Te pido que no tengas miedo, que cuándo te agarren esas sensaciones extrañas por las noches recurras a cerrar los ojos, que acá estoy, esperandote con todo aquello que siempre quisiste.
Tu vida podes vivirla felizmente, pero nunca olvides que a la noche, al cerrar los ojos, existe éste lado, el lado de los sueños, dónde toda sensación es una expansión de tu ser. El cuchillo es para matar tus temores, y el sombrero para qué camines tranquila por el Sol"...

Me desperté a la mañana siguiente con el alma nueva. Nunca había agradecido tanto al universo por semejante sueño, dónde un sueño, me contaba lo maravilloso que podía ser soñar. Entendí que el miedo eran instantes de desesperación, pero supe qué existían maravillas en el mundo interior capaces de salvarnos de toda adversidad del mundo exterior.

Burbujas

¿Qué tan dura y sólida era esa burbuja?, ¿qué tan resistente a las almas perturbadoras podría ser? Esa atmósfera inamovible que se creaba ahí, en ese instante, en el momento justo, cuando cruzaban sus miradas como dos sedientos en busca de cada uno.
Se aferraban, y juntos construían el paraíso mismo con aspecto de vidriera, donde los espectadores se encandilaban y se alejaban lentamente.

Galaxia

Era una galaxia formada de tiempo, espera y magia, era infinita y de colores que variaban. Yo podía verla, percibirla e intuirla, era cómo parte de mi alma, cómo algo que ya había nacido conmigo.
No comprendía el motivo de la existencia de ese mundo que habitaba dentro del mío, pero lo sentía tan sincero que me acariciaba el alma. Una sensación qué venía descubriendo hace un tiempo, que me venía seduciendo, y aunque en su momento me dio mucho miedo, sin pedir permiso se diluyó en mi ser para siempre.
Cuándo confie mis sensaciones, escuché que esa galaxia se llamaba amor.
Claro que yo ya lo sabía, pero decirle "amor" me sonaba muy trillado, muy chico, muy de todo el mundo.
¿Cómo pretendían llamar "amor" a algo tan gigante, tan universal cómo lo es él?.

Humanos

Escribiendo bastante y pensando mucho más, llegué a la conclusión de que los sueños son cómo un humano.
Primero se busca, hasta que finalmente entra en nuestro ser y empezamos a sentirlo parte de nosotros.
Después se gestan, se cuidan, se alimentan, se aman y se disfruta todo paso, toda evolución y toda frustración, porque sin aprender de lo malo, nunca prodriamos disfrutar lo bueno. Y cuando la vida te empieza a poner las pruebas, cuando nos hace llorar, reír, caer, levantarnos, y volvernos a caer, ahí, se verifica que el deseo siga vivo, que lo hayamos protegido a todas esas pruebas y a las adversidades, qué a pesar de todos los altibajos siempre seguimos apostando y creyendo que todo podía ser, que no teníamos que rendirnos.
Una vez que el universo lo comprueba, en ese momento se cumple el tiempo de gestación y eso que tanto anhelamos está listo para nacer.
Es momento, estamos preparados para dar a luz ese sueño, ese deseo.
Empieza nuestro gran camino de alegría y felicidad en el qué tardamos un tiempo en distinguir que cambiamos sueño por realidad. En el instante en el que tomamos conciencia de que ya es parte de nuestras vidas, debemos seguir cuidandolos y amandolos, porque lo que vive, si no se cuida, muere.