Me consuelo cuándo pienso que tal vez,
después de abrazarte,
me doy vuelta
y tu mano va hacia tu bolsillo.
Agarras tu libreta y me escribís en ese mismo instante en el que tus ojos me persiguen.
Camino y siento cómo el trazo de la pluma se resbala por cada línea,
el golpe seco y frío de tus lágrimas mojando el papel.
La tinta se derrama.
es todo un océano,
Ilegible,
Intangible,
Revuelto.
Enorme.
Hermoso océano tuyo.
Llega la brisa hacia mí.
Me devuelve,
Me arrastra
al sitio feliz.
Lo tuyo
En un instante
Se hace Mío,
Se hace nuestro.
Ya no nos dejamos ir.