jueves, 11 de febrero de 2016

Niños

No podría lastimarte sabiendo que tu pelo fue pelusa, que tus dientes eran de leche, tus manos pequeñas, tus zapatillas talle 20. 
No podría herirte sabiendo que mediste un metro, y que un momento atrás, supiste ser más pequeño que el puño de mi mano. 
No podría mirarte de mala manera, pensando que fuiste tan indefenso y vulnerable, tan ínfimo y minúsculo en este mundo. 
No podría maltratarte, ni matarte, ni humillarte, sabiendo que has sido un niño. 


/si tan sólo nuestra mirada hacia el otro fuese así, si tan sólo nos miráramos cómo si fuésemos niños, entonces, podríamos aniquilar la violencia/