sábado, 2 de julio de 2016

2/07|2016

Quizá hoy todo carezca de sentido, o por lo menos un poco. Ayer había claridad, todo era una mierda y eso estaba bien remarcado, sin dudas que me incomoden la existencia. 
 Prefiero esos días que marcan bien las emociones, que están de un lado o del otro, blanco o negro, sin esas tibiezas absurdas que te remueven las tripas. 
Hoy no sé si es un día de mierda o un día increíblemente hermoso. Estoy esperando ese chasquido, ese click que empuja para un lado o para el otro, o tal vez esté buscando hacerlo yo misma con una acción, o con una palabra que defina. 
Qué infelices son los días tibios. 

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