viernes, 12 de diciembre de 2014

Mi mente ahora: Noche de viernes

Intenté escribir algo que me pasaba por la cabeza pero no pude. Porque creo que hay un lenguaje que es único e inexplicable.
El lenguaje de uno, las sensaciones que quedan estancadas en algún lugar del cerebro y mueren en la punta de la lengua. Y me descubro queriendo inventar palabras y letras para explicar algo que no es posible contar.
No se puede, hay cosas que simplemente viven adentro de cada ser, nacen y crecen sin poder ser expresadas. Suelen ser las emociones más hermosas y más maravillosas de nuestra vida.
Y en ese momento en el que me pongo a revolver palabras, letras y frases para intentar contar eso y no encuentro nada, en ese mismo momento, me doy cuenta que eso que me pasa es sólo mío, que soy una especie de cofre con muchos candados imposibles de romper, y hoy, por primera vez entiendo que en muchas ocaciones, no hace falta la necesidad de explicar todo, que las sensaciones más brillantes son de uno y no hay forma de expresarlas por ser tan grandes y magnificas. Jamàs soportarían pasar la barrera que pone la mente antes de regalar las palabras al viento. Entonces tomo conciencia y dejo de querer inventar un vocabulario inexistente para describirte. Tu sensación vive nada màs que en mí.

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