Hay algo en mi campera de invierno que te pertenece. Hoy hizo frío, y cuándo metí la mano en el bolsillo la encontré.
Fue un sentimiento que plasmé ese día que pensé desarmarte de un abrazo, pero no pudo ser.
Fue triste, sí, pero después me arreglaste un poco con tus palabras, porque vos sabes ordenar bien el alfabeto cuándo tenes que armar frases para mí. Entonces pasó y la carta quedó en mi campera de invierno, y quedará ahí, hasta que el universo nos cruce alguno de éstos días fríos y yo revuelva el bolsillo para que todas esas palabras revivan entre nosotros.
PD: la carta habla de que todo pasa a su tiempo.
Escribir es un sutil modo de no cargar con tantas cosas sola, es cómo un "me pasa a mí, pero toma, te comparto un poco de mi mierda y de mis alegrías". Me gustó darme cuenta de eso, y con ésta razón y porque me gusta expresarme, acá estoy con un nuevo espacio dónde les voy a mostrar un poco más allá de lo que se ve. Bienvenidos a mi mundo
miércoles, 25 de febrero de 2015
PD:
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