domingo, 5 de abril de 2015

Puntos de vista

Mis piernas se quebraron cómo tus ojos al verme ir. 
Al mismo tiempo, los dos, cómo la ramita débil de un árbol. 
nos dejamos quebrar. 
nos dejamos morir.
Al unísono. 
Cómo si nos gustara. 
Qué ilusos.
Dos almas a las que no nos falta nada para brillar. 

Si pudiera volver unos capítulos atrás, no me iría, para que tus ojos no se quiebren y para que mis piernas sigan erguidas ante tus pupilas. 
No coincidiríamos en tiempo y espacio para vernos sufrir, porque seríamos fuertes cómo la raíz de un árbol. 
No nos derribaríamos por ninguna distancia.
No dejaría que exista una destrucción mutua al unísono. 
Lucharía por que nos gustemos mucho mas. 
Te mostraría que nos sobran motivos para brillar. 

Es cuestión de cambiar las palabras de lugar. 

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