Infierno en el subsuelo de tu conciencia.
En lo efímero de tu piel dónde reposan tus promesas.
Ahí encuentro una esfera de sueños y duermo un rato encima de los amores perdidos, los que flotan en la atmósfera desconocida de nuestra eternidad.
Beso el cielo monocromo de un adiós que dura poco, y esbozo una sonrisa al mismísimo instante en el que no encuentro luz,
Para iluminarme en medio de tanta incertidumbre repetida.
Me gusta envolverme en telas de alegría mientras mi rostro sangra lágrimas de extrañamiento feroz.
Me descubro envuelta en los opuestos vértices de tus sueños y a veces hasta logro besarte en alguna noche magníficamente repleta de anhelos.
Un destello de esperanza me encandila en el momento en que tu piel transpira un lazo de fe para mí, sólo para mí.
Escribir es un sutil modo de no cargar con tantas cosas sola, es cómo un "me pasa a mí, pero toma, te comparto un poco de mi mierda y de mis alegrías". Me gustó darme cuenta de eso, y con ésta razón y porque me gusta expresarme, acá estoy con un nuevo espacio dónde les voy a mostrar un poco más allá de lo que se ve. Bienvenidos a mi mundo
martes, 25 de noviembre de 2014
26/11/2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario