Se enredó cómo las plantas de su jardín.
Llora mientras observa su paisaje.
No comprende sus nudos mentales.
De a ratos toma consciencia y piensa.
De a poco admite que su mente está girando.
No soporta los ruidos, ni las voces.
Se siente moribundo. Tiembla. Llora.
Sigue sin comprender.
Su vida es un torbellino de sucesos que conscientemente nunca deseó.
Su vida es un rejunte de todos los deseos que, sin realmente quererlo, se le hicieron realidad.
Su inconsciencia lo quiso.
Su cabeza trenzó los sueños paralelos, esos que nunca fueron anhelados de verdad.
Se encuentra enredado aún, en su propio túnel.
No soportó que sus pensamientos hayan trascendido la barrera mental.
Se desenredó.
Escribir es un sutil modo de no cargar con tantas cosas sola, es cómo un "me pasa a mí, pero toma, te comparto un poco de mi mierda y de mis alegrías". Me gustó darme cuenta de eso, y con ésta razón y porque me gusta expresarme, acá estoy con un nuevo espacio dónde les voy a mostrar un poco más allá de lo que se ve. Bienvenidos a mi mundo
lunes, 26 de enero de 2015
Nudo
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