lunes, 27 de octubre de 2014

Regalo universal

El latido inmóvil de una risa sin fin.
Se intuía amarrado a un hilo semi invisible del alma.
Era suave, era amor, era esperanza.
Sigiloso, silencioso, regalo universal.
El cosmos invitaba a creer en algo más, y yo amaba más.
Melodías cantadas por los atardeceres, que te hacían volar, que nos hacían volar a un bello abismo abismal.
En la intensa eternidad de vos, dónde te encontré, ahí vivo.
En tu eufemismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario