El latido inmóvil de una risa sin fin.
Se intuía amarrado a un hilo semi invisible del alma.
Era suave, era amor, era esperanza.
Sigiloso, silencioso, regalo universal.
El cosmos invitaba a creer en algo más, y yo amaba más.
Melodías cantadas por los atardeceres, que te hacían volar, que nos hacían volar a un bello abismo abismal.
En la intensa eternidad de vos, dónde te encontré, ahí vivo.
En tu eufemismo.
Escribir es un sutil modo de no cargar con tantas cosas sola, es cómo un "me pasa a mí, pero toma, te comparto un poco de mi mierda y de mis alegrías". Me gustó darme cuenta de eso, y con ésta razón y porque me gusta expresarme, acá estoy con un nuevo espacio dónde les voy a mostrar un poco más allá de lo que se ve. Bienvenidos a mi mundo
lunes, 27 de octubre de 2014
Regalo universal
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario