martes, 9 de septiembre de 2014

Encontrarse

Esa noche me rondaba una sensación rara por la cabeza, sentía el corazón que latía más rápido qué lo normal, mi piel sudada y mis manos transpiradas. ¿Que estaba pasando en mí?.
Intenté calmarme, centrarme en mis pensamientos y respire fuerte hasta que acomode el ritmo del corazón, pero todavía no sabía que pasaba en mí.
Eran las once de la noche,  los minutos pasaban lento, creando una atmósfera más pesada de lo qué ya era,  se creaba un ambiente cada vez más oscuro, más denso y mi cuerpo se transformaba.
No escuchaba ruidos, ni voces, ni pasos, sólo una fuerte voz interior qué me contaba historias qué yo no conocía. Todo se creaba ahí, en ese pequeño hueco de la cama, con una almohada de testigo, que escuchaba cómo yo respiraba miedo, incertidumbre, frío.
Volví a mirar el reloj, habían pasado 10 minutos, desde que lo había visto por última vez, sude más, mi ritmo cardíaco era infinito, no comprendía. Mi mente era un sinfín de nada, una historia eterna de no sé qué.
Cerre los ojos, mientras mi cuerpo no paraba de temblar, me propuse no abrirlos hasta lograr dormirme.
Era de noche, un bosque oscuro, una carpa y un lago. Ahí me encontraba en paz, todo parecía raro, fuera de lo normal. Me acerque a la carpa y abrí el cierre lentamente para observar su interior. Había un cuchillo, un sombrero y un cuaderno, agarre el cuaderno, lo Abri y empecé a leer: ..."Querida, éstas en tu sueño, en tu infinito sueño, soy yo, la vida después de la vida. Estás en esté bosque oscuro, , pero es oscuro porque no amanecio. Aquí hay unos colores hermosos, aquí está la verdadera paz, esa paz que la noche anterior no podías encontrar. La encontraste, aunque no lo creas éste es tu lugar. Vas a poder entrar cuándo quieras y salir cuándo quieras, no te asustes, sólo te cuento que acá no existen los límites, no existen los "No se puede" y todo es libre, para que seas vos plenamente.
Te pido que no tengas miedo, que cuándo te agarren esas sensaciones extrañas por las noches recurras a cerrar los ojos, que acá estoy, esperandote con todo aquello que siempre quisiste.
Tu vida podes vivirla felizmente, pero nunca olvides que a la noche, al cerrar los ojos, existe éste lado, el lado de los sueños, dónde toda sensación es una expansión de tu ser. El cuchillo es para matar tus temores, y el sombrero para qué camines tranquila por el Sol"...

Me desperté a la mañana siguiente con el alma nueva. Nunca había agradecido tanto al universo por semejante sueño, dónde un sueño, me contaba lo maravilloso que podía ser soñar. Entendí que el miedo eran instantes de desesperación, pero supe qué existían maravillas en el mundo interior capaces de salvarnos de toda adversidad del mundo exterior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario