Volabamos sobre un abismo lejano, nos gustaba su comodidad, el dejar que todo sucediera porque sí. Nada se movía en fín...
Eso que nos mantenía cómodos comenzó a inquietarnos.
Uno empezó a moverse, creando causas de amor por el viento.
El otro respondió el efecto al unísono, trazando un camino perfecto.
Se encontraron en la cercanía, dónde miles de moléculas y átomos idénticos se conectaron en aquel lugar, dónde debían y querían ser eternos para siempre.
Comprendieron que en aquellos tiempos pasados de comodidad, el milagro no iba a suceder mientras permanecieran igual, que el milagro sucedería únicamente cuándo tomen la decisión de mover el mundo juntos, de perforar la atmósfera y romper todo esquema del tiempo. Ahí, en ese instante, el milagro sucedería para dos.
Escribir es un sutil modo de no cargar con tantas cosas sola, es cómo un "me pasa a mí, pero toma, te comparto un poco de mi mierda y de mis alegrías". Me gustó darme cuenta de eso, y con ésta razón y porque me gusta expresarme, acá estoy con un nuevo espacio dónde les voy a mostrar un poco más allá de lo que se ve. Bienvenidos a mi mundo
jueves, 11 de septiembre de 2014
Dos
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